LA
FOBIA SOCIAL
Se caracteriza por un "un
miedo persistente y acusado a situaciones sociales o actuaciones en público por
temor a que resulten embarazosas" (APA, 2000). Aunque la ansiedad social
está presente en todos los problemas de ansiedad, la fobia social se distingue
de los otros trastornos por el miedo y la evitación de un mayor número de
situaciones interpersonales, que suponen el componente nuclear de este cuadro
clínico, y por la mayor interferencia de los temores sociales en la vida
cotidiana de los pacientes.
El trastorno presenta un curso
crónico e interfiere tanto en el rendimiento escolar, como en el desarrollo y
el funcionamiento individual.
Sus consecuencias en el proceso
de adaptación del adolescente son graves; así, podemos destacar el bajo
rendimiento académico y el abandono escolar, el desarrollo de otros trastornos
de ansiedad y del estado de ánimo o el inicio en el consumo de alcohol u otras
sustancias tóxicas. Tampoco podemos olvidar que su persistencia también
conlleva la consolidación y generalización de sus efectos en la vida adulta,
con el consiguiente sufrimiento para el sujeto y la familia, los efectos que
generan el progresivo aislamiento del grupo cultural de referencia, de las
relaciones sociales y laborales (en su caso) o la dependencia económica de la
familia, que muchas veces contribuye de forma decisiva a que el sujeto
desarrolle un cuadro depresivo grave y a los intentos de suicidio.
El niño o adolescente con fobia
social suele presentar miedo a hablar, a leer, a comer, a escribir en público,
miedo a jugar, a usar servicios públicos, a hablar a figuras de autoridad y a
relacionarse en situaciones formales. Las reacciones emocionales des
adaptativas suelen ser severas e incluyen dolor de cabeza y de estómago,
ataques de pánico ocasionales, llantos, respuestas de escape y evitación, etc.
Los casos más tempranos que cumplen los criterios para el diagnóstico del
trastorno presentan una edad que se sitúa entre los 8 y los 12,3 años,
encontrándose el mayor número de casos entre los 14 y los 16 años en los
estudios epidemiológicos realizados.
Este constructo ha cambiado de
forma significativa desde su primera inclusión como entidad diagnóstica en el
DSM-III hasta el momento actual, fundamentalmente en el sentido de considerar
dos tipos de fobia social: específica o generalizada. Según el DSM-IV, la fobia
social puede estar referida a estímulos muy específicos (comer, beber, hablar
en público, escribir delante de otros, etc.) o presentarse de forma
generalizada ante la gran mayoría de situaciones sociales.
Recuperado de : wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Fobia_social
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